lunes, junio 20, 2011

La inflación y el boom de la soja, claves en la suba de los inmuebles

20/06/11

Varias razones sirven para explicar por qué se hizo muy difícil tomar un crédito para comprarse una vivienda, al menos la primera vivienda. Se le puede echar la culpa a la devaluación del 2002, a las bajas tasas de interés que desalientan el ahorro, a la inflación y hasta, si se quiere, al boom de la soja. Veamos por qué.
Tras la devaluación se observó primero un bajón de los precios (en dólares) de los inmuebles. Pero esa tendencia se quebró y hoy el metro cuadrado promedio en la ciudad de Buenos Aires está 50 por ciento (en dólares) por arriba de los precios de la convertibilidad . Los salarios también perdieron, medidos en dólares. Y su recuperación fue mucho más lenta.
El precio de los inmuebles sube no sólo por la inflación en dólares que impacta en todas las actividades económicas, sino también porque hay una porción de los argentinos, con capacidad de ahorro, que eligen refugiarse en ladrillos. Simplemente ven que es la manera más segura de resguardar el valor de su capital.
Las bajas tasas de interés que pagan los bancos por depósitos a plazo fijo aportan lo suyo al problema. La gente que tiene capital propio rehuye a dejarlo en el banco, y se la gasta: el que puede, en ladrillos . Es lo que ocurre, simplificando un poco, con el productor de soja, que tiene un excedente de dinero importante por los altos precios de lo que produce y exporta, y lo invierte en departamentos. La ecuación es así de simple: el poder de compra de los más ricos mantiene altos los precios de los inmuebles, que siguen fuera del alcance de los que menos tienen.
Así, la parte de la sociedad (la mayoría de los argentinos) que no tiene poder de ahorro, necesita un crédito hipotecario. Pero las pocas líneas que se reactivaron tras la convertibilidad prácticamente desaparecieron a fines de 2007, cuando la inflación terminó de instalarse arriba del 15%. La prueba es que el stock de créditos hipotecarios se achicó sensiblemente en relación al PBI. Es que para tomar esos créditos el grupo familiar debe reunir ingresos que superen los 14.000 pesos, para el caso de la compra de, por ejemplo, un tres ambientes en Almagro.
Una clara diferencia entre los 90 y esta década de crecimiento a tasas chinas es que en aquellos años los bancos contaban con fondos a largo plazo y podían dar líneas de crédito a tasa fija a 10 años de plazo porque tampoco había inflación (y tenían seguro de cambio gratuito, la ley de convertibilidad).
Hoy los salarios no alcanzan para pagar una cuota. De hecho ahora se necesita el equivalente a 105 salarios de $ 4.000 pesos para comprar una casa . Los salarios de hoy compran la mitad (en metros cuadrados) que los salarios de 1997.
La situación está llena de paradojas. Hay un boom de la construcción y el empleo cayó a cerca del 7%, pero el mercado de inmuebles le apunta a no más del 25% de la población. Es el que no necesita ayuda para comprarse una propiedad.

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