sábado, diciembre 10, 2011

Buenos Aires deseada (POR MACRI)

08/12/2011
POR BERTO GONZÁLEZ MONTANER * bmontaner@clarin.com
Ya existe un plan que delinea cómo será la ciudad en los próximos 50 años. Detalles del Modelo Territorial porteño. 

Tan solo cincuenta años atrás las torres de Puerto Madero no existían. Tampoco las de Catalinas Norte al lado de Retiro. La Costanera Sur seguía siendo un balneario popular y en la Norte se ganaban su nombre propio los Carritos de la Costanera. La avenida Juan B. Alberdi, donde yo vivía, era de doble mano, estaba empedrada. Tenía una dársena en el medio y una garita con policía en la esquina. Solo había un edificio alto, amén de la Iglesia Santa Julia, en otra de sus esquinas.
Semanas atrás, la pantalla de canal Discovery presentó la serie 2111, un programa que se preguntaba cómo serán las ciudades latinoamericanas dentro de 100 años. Con animaciones propias de la ciencia ficción y de los juegos electrónicos mostró una Buenos Aires superpoblada, hiperdensa, con edificios de gran altura, y vehículos voladores cruzando en todas direcciones. Una amiga que lo vio comentó horrorizada: “Si ahora estamos perseguidos con la seguridad, ¿qué habrá que hacer para que no te entren por la ventana? Con menos futurología y mayor rigor científico, el Gobierno de la Ciudad acaba de presentar tímidamente en la web (www.ssplan.buenosaires.gov.ar) lo que imagina para la Buenos Aires futura. Esto es el Modelo Territorial, un extenso documento que a grandes rasgos prefigura espacialmente los grandes lineamientos para los próximos 50 años. Y que viene a complementar, con profusión de gráficos y definiciones, el listado de buenas intenciones enunciadas por el Plan Urbano Ambiental aprobado en enero de 2009, tras más de 10 años de idas y vueltas.
Según el Ministro de Planeamiento porteño, Daniel Chaín, hay en la Ciudad hoy 200 millones de metros cuadrados construidos y, según lo permite el Código de Planeamiento actual, se podrían construir otros 300 más. El problema es que todas las inversiones van a parar al mismo lado generando desequilibrios urbanos insostenibles. Lo que busca el Modelo Territorial es proponer una matriz de crecimiento sustentable. Es decir, una planificación para disfrutar mejor de la Buenos Aires actual sin comprometer el bienestar de las próximas generaciones.
A escala microurbana, propone completar lo existente respetando el carácter, la morfología y el paisaje de cada barrio. Pero incorpora un cambio ambiental sustancial: crea la denominada red de Unidades de Sustentabilidad Básica, un sistema compuesto a partir del agrupamiento de las manzanas actuales delimitadas por calles importantes o avenidas. La idea es que allí se mantienen las calles pero se las reacondiciona restringiendo el uso del automóvil, alentando la bicicleta y ganando veredas con vegetación y arbolado para el disfrute de los vecinos.
Por otra parte, el Modelo define cuatro zonas a escala de la gran ciudad donde propone ubicar y consolidar la mayor densidad edilicia. Estos ejes –el Norte, el Oeste, el Sudoeste y el Sur– parten del Area Central y en forma radial se extienden hacia la periferia. A su vez, este sistema será complementado por otra serie de corredores de densificación transversales que irán atendiendo las necesidades de edificación y de equipamiento que produzcan el desarrollo de las nuevas Unidades de Sustentabilidad Básicas.
Otra de las innovaciones propuestas es la nueva configuración de la costa y la redefinición de la relación de los porteños con el río. Adopta como premisa que la Ciudad seguirá creciendo hacia el Este, sobre el Río de la Plata, como lo viene haciendo históricamente y propone “una zona donde desarrollar una serie de espacios públicos que combinen el uso recreativo con otros como la producción de energías renovables, el desarrollo de actividades logísticas vinculadas a la movilidad portuaria, aeroportuaria y terrestre y la generación de nuevas reservas a escala de biosfera que brinden servicios ambientales fundamentales para el avance hacia una ciudad más sustentable”. ¿Será que, entre tantas buenas intenciones, reflote también la polémica Aeroísla?
* Editor Jefe ARQ