Buenos Aires, 14 de enero de 2008.-
Sr. Gustavo Desplats
Protocomuna Caballito
“Caballito colapsa”.-
Utilizamos este medio, para poner en conocimiento de esa organización, que defiende el derecho a la calidad de vida de los vecinos del barrio de Caballito, lo que nos está pasando a aquellos que vivimos frente al Nuevo Puente Caballito, al menos los que estamos en la intersección de la calle Yerbal con Nicasio Oroño.
Ya antes de que se iniciaran las obras de construcción del puente, en Yerbal y Nicasio Oroño, sobre el terreno del ferrocarril, funcionaba una “cartonera”, es decir, un hombre se había instalado en ese terreno, detrás del paredón que entonces existía, y le compraba a los cartoneros todo aquello que recogían de la basura. Esto generaba una gran concentración de carritos y desperdicios pero se toleraba, un poco porque el paredón ayudaba a evitar, al menos, la contaminación “visual” y, otro poco, porque todos soñábamos con que, en el futuro, ese “emprendimiento” fuera ubicado a un lugar más adecuado y se construyera el parque con el que todos los vecinos soñábamos.
La construcción del puente nos sorprendió y nos inquietó. Algunos visionarios promovieron reuniones de vecinos para prevenir la ocupación de los terrenos con viviendas precarias pero no se arribó a ninguna solución.
El tiempo le dio la razón a aquellos visionarios. En principio, la demolición de parte del paredón que tapaba lo que pasaba del otro lado del mismo, dejó al descubierto un gran basural. El paisaje era desolador. Como sabíamos que el hombre que explotaba ese terreno con su cartonera estaba intimado a desalojarlo, esperamos que así sucediera pero, por el contrario, los obreros que hicieron el puente le colocaron un alambrado, le proveyeron de una lona para que no se viera para adentro y el pasaron el cableado de la luz por debajo de la tierra.
En el último semestre del año pasado, un grupo de hombres, que parecían conocerse con el dueño de la cartonera, empezaron a abrir agujeros en el paredón que había quedado en pie en el terreno del ferrocarril, sobre Yerbal al 1400 y, concluidos los boquetes, aparecieron un día en camiones con varias familias e instalaron viviendas precarias. Poco tiempo después, colocaron un cartel arriba de uno de los boquetes que reza “Cooperativa La Amistad (de vivienda, trabajo y consumo)” con un número de expediente del año 2007.
Cuando el puente se terminó, dejó también al descubierto un montón de viviendas precarias que aparecieron entre las vías del ferrocarril y el club Ferrocarril Oeste, cuya instalación crece incesantemente.
Junto con todo este movimiento de viviendas precarias, empezaron a aparecer los robos a casas, negocios, autos y transeúntes. Al principio, el tema tuvo repercusión pública y pusieron un policía permanente en la esquina, pero luego, no vino más nadie, ni siquiera acuden cuando se realiza una denuncia.
Como si esto fuera poco, a fines de diciembre, un numeroso grupo de personas, aparentemente de origen peruano, invadieron dos propiedades que estaban desocupadas en Yerbal al 1420 y 1428. Se trataba de unos consultorios médicos sin habilitar, que tienen anexados, como parte de la misma propiedad, un terreno en el que se había empezado a hacer una loza pero que, por causas que desconocemos, no se terminó. Es muchísima la gente que se ha instalado allí: adultos y jóvenes de todas las edades y sexos y niños pequeños. Al principio, tenían velas y faroles, pero ya tienen luz eléctrica.
A poco que apareció toda esta gente, dejaron de funcionar todas las luces de la calle, desde la esquina de Yerbal y Nicasio Oroño hasta la mitad de la cuadra del 1400. Iniciamos un reclamo telefónico ante el Gobierno de la Ciudad para que reparen el alumbrado público (4 luminarias), bajo el Nº 94148 el 27/12/07, que reiteramos el 2/1/08, el 4/1/08 y el 7/1/08, por la misma vía, y el 11/1/08, por internet. Hasta ahora, nadie vino a reparar nada.
La calle de noche es un peligro mayor que de día, ya que a la marginalidad de nuestros nuevos vecinos, se agrega una obscuridad que asusta.
Entendemos que la campaña por evitar que se construyan más edificios en torre en el barrio apunta a preservar la calidad de vida de los vecinos, pero mantener ociosos los terrenos y las propiedades con el resultado que obtuvimos nosotros en Yerbal y Nicasio Oroño, no mejora la calidad de vida de nadie. Todo lo contrario.
No estamos en contra de los pobres. Creemos que ni ellos ni nosotros podemos seguir viviendo en este clima de violencia e inequidad.
Por eso recurrimos a este espacio de la Protocomuna Caballito, porque entendemos que es una organización de gente de este barrio, de buena voluntad, que lucha y exige a las autoridades que implementen los medios para que todos podamos vivir mejor.
Mónica Chapela (DNI 11.438.032)
Guillermo Gregori (LE 7.601.860)
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