viernes, noviembre 09, 2007

LA FALTA DE FISCALIZACION ADECUADA Y LOS DERRUMBES

Por Marcelo Capelluto (*) y Margarita Fornasero (**)

Los derrumbes ocurridos durante el corriente año en distintos barrios de la Ciudad como consecuencia del boom de la construcción y la especulación inmobiliaria, revelan los graves problemas de infraestructura, la imprevisión de las constructoras, sumada a los controles ineficientes en lo que hace al ejercicio de la policía estatal, poniendo en situación de riesgo a las propiedades linderas a las obras en construcción.

En un PH de Dorrego 1653, se cayó un pasillo de la vivienda y dejó aislados a sus ocupantes. El incidente se produjo medianera de por medio con un edificio en construcción. Algo similar ocurrió en un local comercial de avenida Juan B. Justo al 2300. El 6 de marzo pasado, en el barrio porteño de Boedo, se derrumbaron el patio y la cocina de una casa situada al lado de una obra en construcción sobre la calle Castro Barros al 1600. Se dijo que las lluvias habrían hecho ceder el terreno de la obra, lo que hizo que cayeran las paredes de la casa. Otros nueve episodios ocurridos en los últimos años, a saber: en Cuba 1881, Cabildo 4566, Cabello 3853, Iberá 6065, Tronador 2835, Morón 3265, Gorriti 6040, Allende 4011 y Rivadavia 3707/15. El caso más resonante ocurrió en el barrio de Caballito cuando se vino abajo la medianera de una casa situada en la calle Pedro Goyena y Thorne, provocando varios heridos. El Código de Edificación y el Código de Planeamiento determinan que el responsable civil y penal de la obra es el profesional matriculado.

La problemática actual no surge de una planificación, sino surge de una especulación constructora e inmobiliaria, que están cercando a los barrios de casas bajas con la construcción de torres y edificios, atentando contra la fisonomía de los barrios, y su patrimonio histórico y cultural. Esta falta de planificación se ve no sólo en la inexistencia de estudios de incidencia ambiental, en la inexistencia de evaluaciones de impacto ambiental, realizadas por las autoridades, y por la improvisación de aquellos profesionales, que para abaratar costos y como consecuencia de su mala praxis; viviendas que lindan con obras en construcción, sufrieron derrumbes parciales, hechos que cuentan con antecedentes cada vez más reiterados desde que se desató la fiebre de la construcción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De esto se desprende que no se realizarían los controles de rigor adecuados, y si se realizan estos controles, se los hace mal. El control de las construcciones forma parte del poder de policía que tienen las autoridades porteñas, el cual debe ejercerse buscando resguardar la integridad física de las personas y enriquecer la calidad de vida de quienes habitamos la Ciudad de Buenos Aires.

Un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires de mediados de 2006, pone en evidencia las posibles irregularidades existentes en el órgano de control de las construcciones: la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro (DGFOC): nos habla de falta de seguimiento de denuncias, trámites incompletos, obras en ejecución que no reúnen todos los requisitos. “Patricio Pons, vecino de Caballito, hizo denuncias y no le hicieron caso hasta que un día la pared se cayó. Igualmente personal de la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro del gobierno porteño había venido a mi casa y dijo que todo estaba bien"[1] .

La Cámara de Demoledores y Excavadores de la República Argentina (C.D.E.R.A), viene denunciando la existencia de empresas clandestinas de demolición y esto se da por la inexistencia de un marco regulatorio para que este tipo de empresas no sigan trabajando sin habilitación, para ello debe existir un registro de empresas demoledoras y excavadoras que otorgue matrículas obligatorias para que la actividad esté reglamentada y, así, evitar que se sigan produciendo accidentes.

El director del Ente Regulador de la Ciudad sostuvo que es necesario “ponerle límites y controles a la construcción indiscriminada de torres”. Es una decisión política: no quieren afectar el boom de la construcción. Pero el gobierno de la Ciudad tiene la responsabilidad de direccionar la construcción hacia donde hace falta. No puede ser que el diseño de la Ciudad esté en manos de la especulación inmobiliaria

Por ello, los vecinos de la Red Verde Ciudadana reclaman medidas urgentes:
Traspaso de la DGFOC a Planeamiento Urbano: no pude ser que el área que planifica la Ciudad no se comunique con la que autoriza las obras.
Accesibilidad a los expedientes de la DGFOC: dicha Dirección no tiene un procedimiento claro, lo que complica la posibilidad de que cualquier habitante acceda a la vista del expediente, lo que afecta el derecho a la información ambiental.
Suspensión efectiva de las obras irregulares.
Efectivización de las notificaciones a los Consejos Profesionales de aquellos profesionales que hubieran cometido irregularidades.
Limitación de la cantidad de obras que se realizan de manera simultánea en una misma zona.
La construcción indiscriminada de edificios, sin planeamiento adecuado y control eficiente es una bomba de tiempo que nos puede estallar y dañar considerablemente. Debemos prevenir y no esperar el agravamiento de la situación. Es evidente que hubo fallas técnicas. Los derrumbes no son casualidad. Una de las funciones básicas de las autoridades urbanas es la supervisión de las construcciones que realizan los particulares. Esta labor de vigilancia debe llevarse adelante de un modo regular, a fin de que se prevengan las fallas que ocasionan derrumbes.






(*) El Dr. Marcelo Fabián Capelluto es Abogado, Procurador y Docente Universitario (UBA)
(**) La Dra. Elsa Margarita Fornasero es Abogada, Procuradora y Docente Universitaria, con el cargo de Adjunta regular en la Facultad de Derecho de la UBA.
[1] La Nación 27/03/07

Citar: elDial - DCC8A
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