La construcción continúa anclada en el sector ABC1
Por Graciela Lira
Aunque ya no se ven los grandes emprendimientos de torres, con cantidad de departamentos, infraestructura de servicios y áreas parquizadas que se construyeron, en pleno auge del crédito, en barrios como Caballito Norte, Flores, Floresta, o Villa Luro, la construcción crece orientada hacia el segmento de mayor poder adquisitivo. Impulsada por los que todavía cuentan con dinero en el colchón, a los que se agrega una nueva clase de inversores proveniente del campo, que cuenta excedentes y apuesta al ladrillo. Los que están dinamizando la actividad en las ciudades del interior, que parecen despertar de un letargo de años. Al decir de los operadores, se está frente a una gran polarización. El factor de mayor peso reside en el escaso acceso al crédito hipotecario de los sectores medios de la población. Esa variable que, en los noventa, fue el motor de la construcción, condiciona todos los proyectos.
La construcción en Caballito
Del lado oeste, Caballito es un barrio que cuenta con una población estable que se muda dentro de la zona, y atrae a los más jóvenes por la facilidad de transporte y los menores precios de las propiedades. Por ello no es casual que, en las áreas más residenciales, sobre la avenida Pedro Goyena y el radio de influencia del Parque Rivadavia, se haya incrementado la construcción. Mónica Aspauzo, de la inmobiliaria Aspauzo Propiedades, pondera que se están alcanzando niveles similares a los de la década del noventa. Aunque señala que estos desarrollos apuntan a un target clase A, que no requiere del crédito para la compra. Y que son contadas las operaciones en que se apela a un financiamiento bancario y, en tal caso, son montos menores, necesarios para completar la operación.
Al igual que en otros barrios, las superficies totales construidas oscilan entre 2.000 a 3.000 metros cuadrados, con diferentes variantes según el segmento al que se apunte: tipo loft, departamentos de 1 o 2 dormitorios o bien semipisos, con cocheras optativas. “Hay que considerar que los precios topes en Caballito para lo más exclusivo, rondan entre U$S 1.100 a 1.200, el metro”, puntualiza la empresaria. Los que no admiten comparación con los valores que se solicitan en la zona Norte entre U$S 1.400 a 1.500 y menos aún con Puerto Madero, en donde superan U$S 2.000, el metro.
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