Son edificios de viviendas y se concentran en las principales zonas de Palermo, Caballito, Belgrano, Puerto Madero y Villa Urquiza
Siete años tuvieron que esperar los porteños para recuperar una imagen típica de las épocas de bonanza económica y volver a cruzarse en prácticamente cada esquina con una obra en construcción.
En la actualidad, en sólo cinco barrios de la ciudad existen casi 200 edificios en construcción y los permisos de edificación para viviendas presentados ante las autoridades municipales en el primer semestre del año ya equiparan al récord de los últimos treinta años, que se había alcanzado en 1998.
Este boom de la construcción, sin embargo, está lejos de ser un fenómeno generalizado en toda la ciudad y, al menos por ahora, se concentra en barrios de clase media para arriba, como Puerto Madero, Belgrano, Caballito, Palermo y Villa Urquiza.
Según un relevamiento realizado por la consultora Reporte Inmobiliario, las zonas más pujantes de estos cinco barrios suman 188 torres en obras que significan más de 450.000 metros cuadrados de viviendas nuevas.
El ranking es encabezado por Caballito y Belgrano. En el primer caso, sólo en el radio comprendido por las avenidas Carabobo, Rivadavia y Directorio y la calle Del Barco Centenera hoy se están levantando 40 edificios. Un número similar se registra en Belgrano, tomando únicamente como eje la avenida Cabildo y un radio de pocas cuadras hacia ambos lados, mientras que en Palermo la cifra trepa a 64 edificios, relevando sólo las zonas de Las Cañitas, Palermo Nuevo y Plaza Guadalupe.
En Villa Urquiza, las construcciones en marcha suman otros 19 edificios, en tanto que un caso aparte es el de Puerto Madero, donde hoy hay más de 25 torres en obra, dirigidas a un segmento muy exclusivo y de altísimo poder adquisitivo que puede llegar a pagar más de US$ 2500 por metro cuadrado.
Millonaria inversión
Si bien es muy difícil precisar a cuánto asciende la inversión en estos proyectos, en el sector destacan que el monto promedio por metro cuadrado nuevo en estos edificios dirigidos a la clase media-alta y alta no baja de los US$ 700, y en el caso particular de Puerto Madero trepa por encima de los 1200 dólares, con lo que sólo en las 200 torres que ya están en obra la inversión supera largamente los US$ 500 millones.
El relevamiento de Reporte Inmobiliario está en línea con las estadísticas que maneja el gobierno porteño. Durante el primer semestre del año, en la ciudad de Buenos Aires se aprobaron proyectos para la construcción de viviendas por casi 800.000 metros cuadrados, lo que implica no sólo un crecimiento del 62,5% frente al año pasado, sino que también iguala al nivel más alto de los últimos 30 años, que se había logrado en 1998. Sin embargo, no hay que perder de vista que en la década pasada, el sector tenía un crecimiento mucho más “democrático”, ya que la actividad estaba mucho más diversificada en toda la ciudad y no concentrada en unos pocos barrios, como ahora. En el Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (Cedem), dependiente del gobierno porteño, aclaran que los permisos de edificación revelan las expectativas de inversión futura.
Sin embargo, destacan que "la obligatoriedad del trámite y el carácter oneroso lo convierten en la expresión de una intención cierta. De manera que la cantidad de permisos de construcción y la superficie permisada constituyen un importante indicador de la futura actividad de la construcción y de la oferta de nuevas unidades inmobiliarias".
Según los datos del gobierno porteño, en sólo 10 barrios, de los 47 de la ciudad, se concentra un poco más de tres cuartos (76,23%) de la superficie total proyectada para edificar viviendas. Y entre tres barrios (Puerto Madero, Palermo y Caballito) suman casi la mitad de los proyectos.
En el otro extremo, se encuentran barrios como Monserrat, San Nicolás o Villa Soldati, en los cuales no se presentó ni un solo permiso para construcción de viviendas en la primera mitad del año.
"Después de la devaluación, las viviendas que más rápido recuperaron sus valores son las que están mejor ubicadas, lo que explica que la mayoría de los proyectos nuevos estén concentrados en barrios de alto poder adquisitivo", señala Eduardo Gutiérrez, presidente de Vizora, la flamante desarrolladora inmobiliaria creada por el grupo local Farallón y el Banco Macro Bansud. "A esto se suma que los proyectos dirigidos al segmento ABC1 son los que se mueven, porque estos clientes no necesitan del crédito para acceder a una vivienda", agrega.
Otro dato para tener en cuenta, de acuerdo con las estadísticas oficiales del gobierno porteño, es el tipo de viviendas que se está construyendo. Durante el primer semestre del corriente año, casi la mitad (el 49,8%) del número total de permisos de obra solicitados correspondieron a viviendas catalogadas como suntuosas, máxima categorización con la que se encuadra a los proyectos en el Departamento de Obras Particulares del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En el mismo período de 2004, las viviendas que tenían esta calificación representaban el 29% del total.
"A diferencia de lo que sucedía en los 90, ahora se construyen viviendas de mejor nivel y la oferta está centrada en edificios y torres y no en barrios cerrados", explica Alejandro Ginevra, presidente de la desarrolladora y comercializadora Aranalfe. "En el caso específico de los countries y barrios cerrados lo que estamos viviendo es un efecto rebote. Mucha gente que en la década pasada se había mudado a estos complejos ahora está volviendo a la Capital por una combinación de factores como la seguridad, la distancia y la falta de servicios", agrega.
Por Alfredo Sainz
De la Redacción de LA NACION
Cinco barrios concentran la inversión en torres de viviendas en la Capital. Los principales proyectos en desarrollo suman más de US$ 500 millones, en 450.000 metros cuadrados.